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PARA LA VIDA Y PARA EL COMER. Ser o estar.

En el soy puedo ser una persona que disfruta, de lo que esta viviendo o comiendo; en el estoy puedo estar disfrutando, de lo que estoy viviendo o comiendo. 

En el soy puedo ser una persona que no mastica, lo que esta viviendo o comiendo; en el estoy puedo estar engullendo, lo que estoy viviendo o comiendo. 

En el soy puedo ser una persona que no observa, lo que esta viviendo o comiendo; en el estoy puedo estar evitando o ignorando, lo que estoy viviendo o comiendo. 

En el soy puedo ser una persona ansiosa, con lo que esta viviendo o comiendo; en el estoy puedo estar ansioso, por lo que estoy viviendo o comiendo. 

En el soy puedo ser una persona exigente, por cómo vivo y cómo me alimento; en el estoy puedo estar exigiéndome, por lo que estoy viviendo o comiendo. 

Que sea (...), no significa que esté (...); y que esté, no significa que sea.

 Comprender esta sutil diferencia y aprender a reconocer cuando somos y cuando estamos es uno de los principales motores motivacionales que requiere un cambio. No solo porque aumenta o crea un ánimo de liberación que me permite expandirme y ver más allá, sino también por la liberación y la sensación de descarga que nos genera quitar el peso de una etiqueta sobre nosotros mismos.


 Recuerdo que integré este pensamiento durante una sesión de terapia, cuando me dijeron "Tú no eres ansiosa, estás ansiosa por lo que aún no estas viviendo; ni eres autoexigente, estas exigiéndote. Pero, también recuerdo haberte escuchado hablar de tus momentos de calma durante las mañanas o de los días donde te permitías hacer lo que necesitabas y no lo que debías, como descansar.  ¿Cómo te definirías, entonces, según estos momentos? ¿Cambiaría tu autoconcepto?". 

 Durante la vida podemos etiquetarnos tan estrictamente que nos quedamos bajo ese autoconcepto, de manera tal que nos limitamos a nosotros mismos. Al comer, además, generamos un vínculo con nuestra alimentación que desde el inicio no nos resulta sana o fácil de llevar: como soy ansioso, como desaforadamente, como soy exigente, no me permito comer determinados alimentos.


 No estoy segura de que seamos lo que comemos. Estoy segura de que somos y estamos; 

somos todas las maneras de estar.


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